Pandora siempre vivió en la calle. Por mucho que Pancho intentara cogerla no había manera incluso cuando se quedó inevitablemente embarazada. Pero cuando por fin dio a luz pudo atraparla usando a sus crias de reclamo. Y así acabó convirtiendose en una gata no-callejera. Eso sí, esta señora gata es muy independiente y necesita acceso a una zona amplia donde ella pueda sentirse libre.
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